No lleves todo el peso tú «metáfora de la mochila»

La mayor parte de nosotros tenemos una capacidad intelectual muy superior al ejercicio que hacemos de ella, deja de lado la mochila.

Tu ordenador mental esté siempre preparado para servirte y, sea cual sea la pregunta que le presentas, no cabe duda de que tendrá una respuesta. Si haces malas preguntas —«Por qué meto siempre la pata?»— obtendrás malas respuestas. Si, por otro lado, tus preguntas son útiles —«¿Cómo podría usar esto?»— las respuestas te conducirán automáticamente hacia la solución que buscas.